miércoles, 7 de noviembre de 2012

TORTURAS



Tortura, Daño Individual y Familiar
Diversos autores han descrito este fenómeno. Coinciden en que
esta relación basada en la dominación por la excelencia y el sometimiento,
llevan a la persona a una situación extrema en cuanto a inevitabilidad,
imprevisibilidad, peligrosidad e impotencia total. Se trata de una situación
límite que somete a la persona dentro de una experiencia extrema de
dolor físico y emocional y que tiene como objetivo quebrar su sistema
identificatorio, su sistema de ideales y valores, su proceso de
pensamiento, su proyecto de vida personal y colectivo.
La tortura es una experiencia de desintegración en la que el yo
constantemente es amenazado de disolución, no puede sostener los
procesos psíquicos ligados a la auto conservación, se fantasea la muerte
como alivio. En las sesiones de tortura en las que el cuerpo es sometido
a un trato salvaje y la dignidad es pisoteada, la alternativa es protegerse
mediante el reforzamiento de mecanismos de defensa a de preservar la
identidad. Esto provoca una mayor incongruencia entre la imagen que
se tiene de sí mismo y la experiencia. Pero cuando la intensidad de ésta
vence la resistencia, los mecanismos de defensa resultan insuficientes
y la experiencia es invadida por angustia, momento en el que pueden
tener lugar la despersonalización y la psicosis.
Es una situación de máxima indefensión y perdida de referencias
identificatorias a las que es llevada regresivamente la persona torturada.
Los torturadores son el único Otro. Esto genera humillación y culpa por la
dependencia involuntaria, por lo que en la mayoría de las víctimas de tortura
se disocia, se silencia toda o una parte de la experiencia vivida.
Hablar sobre tortura para quienes la padecieron es muy difícil, es
algo que enmudece dentro. Ni la negación, ni la disociación, ni la
vergüenza, ni culpa, terminan de explicar lo que encierra este silencio.
Quedó inscrita y no tiene palabras. Así como para el familiar del desparecido
quedo una franja de duelo imposible de resignificar, para el torturado guarda
para sí y para toda su vida un resto de horror difícil de simbolizar.
La vivencia de ser arrestado, detenido o secuestrado, representa
una vivencia de ruptura brutal con el medio social que produce una
especie de estado de “erradicación” por el abandono forzado de la
familia, cultura, grupo de pertenencia.


LA TORTURA ES MUY FEA EN MI OPINION, OPINO QUE ES UN DELITO BASTANTE GRAVE I COMO PUEDE A VER PERSONAS QUE HAGAN ESO SOLO PARA DAÑAR A LOS MISMO TORTURADOS O A SUS FAMILIAS TODOS SOMOS  HUMANOS Y NADIE DEVE DE TRATARLOS ASI PORQUE NADIE ESTA ECEPTO DE ESOS LOCOS DEPRAVADOS QUE TE PUEDEN HACER ESO. INCLUSO MUCHAS VECES LOS MISMO PADRES DE FAMILIA HACEN TORTURAS CON SUS HIJOS DAÑANDOLOS PSCOLOGICAMENTE MORALMENTE EN ESOS CASOS ES MAS LA TORTURA DE NIÑOS DISCAPASITADOS.





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